Este mundo occidental tan racionalizado y cartesiano, en el cual desde a edad temprana, se nos enseña a desconectarnos de nuestras facultades innatas, aquellas que nos conectan con el instinto y las fuerzas naturales del cuerpo y de la tierra, clama hoy más que nunca desde lo más hondo del ser, por la reconexión con su alma, con su cuerpo y con su madre, la madre tierra, origen de toda vida y la base de nuestra existencia como especie...
Está claro que este mundo necesita un cambio y lo necesita ya! Pero es absurdo comenzar la labor de revolución de afuera hacia adentro, cuando el dantesco escenario que observamos en torno nuestro no es más que el reflejo de la gran desconexión que sufrimos de nuestro ser más hondo y de nuestro propio cuerpo, ese templo sagrado que habitamos mientras permanecemos durante esta efímera estancia terrenal...
Se alzan voces cada vez en más sitios, alarmas acerca del deterioro progresivo del medio ambiente, la explotación y expoliación sin medida de recursos naturales, la contaminación de rios,tierra y mares...Se recogen firmas y peticiones que en realidad no sabemos muy bien si alguna vez sirvieron o servirán de algo, agrupaciones ecologistas y de concienciación medioambiental, manifestaciones, pancartas y escritos en contra de tal o cual abuso...
Y sin embargo yo me pregunto ¿todo esto sirve de algo? Sirve de algo cuando seguimos contaminando e intoxicando nuestro cuerpo con lo que nos alimentamos? Porque nuestro cuerpo es también la tierra que sostiene y alberga nuestro espíritu...
¿Como no nos vamos a sentir confusos y fácilmente manipulados y engañados si tan solo confiamos en los datos y en la información que procesa nuestra mente racional, mientras mantenemos cerradas y con candado las facultades sensitivas, la intuición, la creatividad, las emociones que se alojan en el cuerpo y que esperan pacientemente a ser escuchadas algún día, mientras no terminan convirtiéndose en una ineludible enfermedad...?
Contaminamos nuestra psique, abandonándonos a los contenidos oscuros, manipuladores y morbosos o cuanto menos absurdos y superficiales de los medios de comunicación...
O evadimos la mirada interna y sincera a través de las múltiples distraciones que nos ofrece la última tecnología de turno que nos pierde por falsos espacios y mundos virtuales, alejándonos cada vez más y más de la única y verdadera realidad... la de nuestro cuerpo y la del ser que alberga.
Se marchita el sagrado don de la imaginación y de la creatividad haciéndonos adictos al consumo de creaciones prefabricadas por otros...
Nos olvidamos de nuestros sueños verdaderos, los de la niña y el niño divinos y los suplimos por otros adulterados y heredados de una cultura enferma...
Por eso hoy mas que nunca... DESPIERTA! Atraviesa el umbral de tus miedos, de tu inercia, de tus hábitos, prejuicios y pereza y REVIVE... Despierta tus sentidos... Respira... Escucha tu cuerpo... Escúchate... No hay nada afuera que pueda llenar lo que tú sol@ te puedes dar...
Acude a la naturaleza, comienza a mirarla con otros ojos... Empieza a escuchar desde otro sitio, ella porta la gran medicina sagrada accesible sólo para aquellos que sepan sentir, mirar y escuchar... de una forma totalmente nueva...
Inicia un proceso gradual de alejamiento de esta sociedad y cultura tóxicas, y comienza a acercarte proporcionalmente hacia ti mism@... Aunque tengas miedo de lo que puedas hallar...
Conoce tus fantasmas... aprende a convivir con ellos y deja que las energías sanadoras de la Madre Tierra la transmute...
RESPIRA, MUÉVETE, ESCUCHA Y POR QUE NO...BAILA! ERES UNA DIOSA, DIOS CAMINANDO SOBRE ESTA TIERRA SAGRADA... DESPIERTA, ÁLZATE SOBRE TU CADÁVER Y RENACE DE NUEVO!